La oscilación profunda produce un efecto positivo adicional en el traumatismo mecánico respecto a la disminución de edemas y hematomas, la deshinchazón, el alivio del dolor y el fomento de la movilidad. Gracias a su modo de acción suave, el tratamiento ya es posible en la fase aguda, se aplica de forma sencilla y los pacientes lo perciben continuamente como positivo.